miércoles, 4 de abril de 2012

El chico de la ventana

Sentí el frío de la ventana en contraste con su cálido cuerpo; su aliento en mi nuca jadeando de placer. Mis pezones erizados contra el cristal eran un presagio de que íbamos a gozar bien duro. Quería que me jodiera con su polla bien dentro de mí.

En el edificio de enfrente la vida seguía como siempre, nadie se percataba de que dos cuerpos gozarían enfrente a sus ventanas. Soñaba con que alguien se asomara y me viera disfrutar de esa polla tan dulce y madurita que rozaba mi culo desnudo.

De repente, mi corazón aceleraba: una luz se había encendido en el edificio de enfrente. Yo empezaba a gemir, mi vagina sentía como sus dedos la penetraban sin compasión. Deseaba que nos viera por la ventana, era un chico, no tendría más de 25 años. ¡Mira por la ventana! deseaba gritarle.

Se asomó por la ventana y nuestras miradas se cruzaron. Se quedó parado, sorprendido. Yo gemía de placer, deseaba que se quedara mirando. Le sonreí con complicidad "quedate mirando", musitaban mis labios. Parecía inmóvil en la ventana. "Si, mírame como me folla", pensaba yo.

Su lengua bajaba por mi espalda hasta el culo. Yo no podía dejar de mirar a ese chico de la ventana que estaba observándonos. Sentía su lengua entrar en mi culo, mis gemidos eran cada vez mayores.

Él también había visto al chico de la ventana. "Que vea como me jodes" le dije mientras apretaba mi cuerpo contra el cristal. Ya no estaba tan frío porque el calor de mi cuerpo había pasado al cristal. Sentía su miembro duro rozando mi culo. ¿Follará a su mujer igual, me pregunté. Y es que a sus 43 años, este hombre estaba casado -tenía dos niños y una niña- y, según me había contado, su mujer también era un poco golfa y follaban con otros siempre que él y ella podían .

Su dulce esa noche era yo. Mis 20 años eran excitantes para él. Quería joderme desde que me conoció; probar mi vagina, joven aunque experta. Sus dedos me penetraban con fuerza y mis piernas empezaban a flojear.

El chico de la ventana se empezaba a tocar su miembro. "¡Síiiii, pajéate con nosotros!", deseaba gritarle. De repente, la polla entró de golpe en mi vagina y empecé a temblar. Sus fuertes brazos me sujetaban contra el cristal para no caer. Empezó a entrar y salir con fuerza y mis gritos eran cada vez más altos. Sacó su polla de mi vagina para meterme en mi culo. Eso me hizo gritar más fuerte. El chico se había bajado los pantalones, su polla estaba dura y se pajeaba mirándonos.

Sentir su polla en mi culo me excitaba. ¡Quería más, y más duro! mientras sus dedos viajaban por mi vagina. Mis entrañas gozaban con la polla y la mirada de aquel chico misterioso del edificio de enfrente. Nos íbamos a correr su aliento se clavaba en mi nuca y sus movimientos eran cada vez mas duros y rápidos en mi culo. Sus dedos en mi vagina entraban y salían muy rápidamente y me quería correr.

Nos corrimos casi a la vez, su leche caliente caía por mi culo y mi liquido por sus dedos. Estábamos exhaustos, froto su semen caliente por mi culo y sus dedos subieron hasta mi boca para probar mi liquido.
El chico misterioso, que también se había corrido, nos miraba con deseo, se despidió frotando su polla en la ventana y se fue.

Nosotros nos acostamos en la cama, mis pezones estaban fríos del cristal, los saboreó con su lengua para hacer que entraran en calor. Con su cuerpo caliente sobre el mio y mis pezones rozando con su musculoso tórax, dormimos hasta la mañana siguiente.

Me desperté, le bese la polla y me fui.

7 comentarios:

  1. Excitante ventana, y el último beso delicioso, quizá se despertó también...

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  2. La próxima vez no me quedaré en la ventana ;)

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  3. Expectacular como lo has relatado, aunque me ha recordado a una peli que he visto ultimamente que se llama "Shame" donde hay una escena muy parecida. Un besazo.

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  4. un cuaderno muy prometedor,

    besos,

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  5. ¿Por qué nos excitará tanto que nos vean? Es decir, rota la primera vergüenza, despojado del viejo taboo del "qué dirán", es increíble cómo redobla el placer el sentirse observado...

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  6. Me gustan las vírgenes, las desvirgadas, las jóvenes, las maduras...la mujer en toda su plenitud...y me gusta tu blog, ¿algo que objetar? besos

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